Uno de los mayores placeres que sentimos la gente de mar es
cuando la brisa acaricia suavemente nuestro rostro. Es una sensación de
serenidad, tranquilidad y de sosiego.
Todo el mundo sabemos que en los momentos de tensión no hay nada mejor que te acaricien como
simbolo de ternura y de amor.
Las caricias forman parte de nuestro contacto permanente, es
un simbolo de solidaridad y de empatía con las personas que tenemos enfrente.
Las caricias pueden ser infinitas,
elegantes y pueden suponer un cambio en
el estado de ánimo de las personas.
Yo pienso que la realidad política y social que nos rodea
merece ante tanta tensión e incertidumbre gente que la acaricie.
La actual realidad viene determinada por distintos factores
que la hacen vulnerable:
-
En primer lugar y lo más importante, las
condiciones materiales de la mayoria social que se encuentran totalmente
mermadas por las medidas de austeridad llevadas a cabo por los dos partidos
mayoritarios que han gobernado nuestro pais, PP y PSOE. Esto ha significado y
significa mayor pobreza, pérdida de derechos y situaciones familiares de
infinito sufrimiento.
-
En segundo lugar un tablero político roto. El
bipartidismo sufre su mayor crisis y eso genera una inestabilidad en los
principales pilares del sistema capitalista.
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En tercer lugar la irrupción de lo difuso, del
nada concreto, de las pérdidas de identidad y
de una población que respecto a los últimos años ha perdido la capacidad
de movilización y de lucha que se estaba desarrollando en los últmos años como
herramienta de cambio, de organización popular y de acumulación de fuerzas
frente al poder económico y político.
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En cuarto lugar una realidad política impregnada
de un cúmulo de espacios electorales. Andalucía, ayuntamientos y generales.
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Quinto. Existe una perspectiva de cambio, la
gente es capaza de señalar con sus dedos a los culpables de su situación
personal y colectiva. La gente es consciente de la necesidad de cambio. Pero
este cambio debe de estar determinado por la fuerza de la izquierda. El cambio
no puede materializarse en un escaparate donde cada mes reponen articulos pero
en los mismos maniquís. El cambio debe de estar condicionado por un cambio de
verdad que sea capaz de revertir las condiciones materiales de las personas que
sufren la crisis.
Esta es la actual
realidad vulnerable y de incertidumbre constante, por ella desde Izquierda Unida hemos
convocado un año más una gran movilización para el día 28 F con todo lo que
ello conlleva. Este día es el día de
todas y todos los Andaluces, este día no significa un mero acto de identidad
cultural y folclórica ( que también), este día es y debe de seguir siendo en su
origen y en la actualidad un día de reivindicación y de lucha.
Así lo llevamos manifestando todos los años Izquierda Unida,
como un día de lucha por los derechos de los trabajadores y trabajadoras.
La realidad actual se encuentra en tensión, nerviosa y en
estado de incertidumbre ante los cambios que se avecinan. Por ello, hace falta
alguien que sosiegue la realidad, que la agite, la tranquilice y que la piense
con ganas de cumplir deseos y esperanzas para toda la población, es decir, hace
falta alguien que la acaricie.
Hace falta un alguien que muestre contacto permanente,
solidaridad, empatia y ganas de lucha. Hay que dar aliento desde la tranquilidad y la
seguridad de la propuesta concreta:
a)
Mínimos vitales para los sectores más
desprotegidos.
b)
Una banca pública que otorgue crédito a los
autónomos y pequeñas empresas para que tengan oportunidad de regenerar empleo.
c)
Una Ley de agricultura para poner nuestras
tierras en valor y en manos de los que verdaderamente la trabajan y las hacen
ricas y fértiles.
d)
Una Ley de participación para que la gente
tengamos el derecho a decidir colectivamente sobre distintos ámbitos de nuestras
propias vidas.
e)
Una nueva Ley de Servicios Sociales que sea
capaz de responder a las nuevas demandas y necesidades que la actual crisis
está cometiendo en los sectores más vulnerables.
f)
Una Ley que permita que a nadie nos puedan
hechar de nuestras propias casas.
g)
Una renta básica que permita a las familias
poder tirar hacia delante.
Desde la propuesta y la reivindicación es la manera que
entendemos desde Izquierda Unida que debemos de acariciar la realidad difusa en
la que nos encontramos.
Desde IU entendemos que con la fuerza de la izquierda y lo
que ello conlleva en la lucha diaria se puede abrir un espacio de cambio de
verdad, no el del maniquí de algún escaparate. La fuerza que otorga la
movilización y la reivindicación debe de abrirnos la puerta a un verdadero
proceso constituyente donde la Ley de leyes del 78 sea capaz de transformarse
en una herramienta que garantice de verdad PAN,TRABAJO Y TECHO a todas las
personas castigadas por la crisis.
Desde Izquierda Unida acariciaremos la actual situación,
desde el sosiego, la firmeza y la contudencia de nuestros principios el próximo
28-F. Porque sin movilización no hay cambio posible.
Yo acariciaré las
calles de Sevilla el próximo 28-F, es una responsabilidad, es neceario. Tenemos
en nuestras manos el deber de alzar la
voz para el debate político previo a las siguientes elecciones autonómicas,
municipales y generales.
Si algunas están pensando en como llegar a Madrid, otras u
otros en como buscar un hueco televisivo, otros en puras encuestas electorales
y/o como tapar casos de corrupción. Mientras tanto ¿quien carajo piensa en la
gente?. Pues ese es el papel de IU, acariciar y pensar en la gente. El próximo
28-F todas y todos a Sevilla con más fuerza.
“ De la misma manera que las
montañas acarician el cielo, Izquierda Unida-Andalucia acariciará las calles de
Sevilla”.